viernes, 28 de febrero de 2014

Pesadillas que se hacen noche.


En una noche más
de esas tantas que mi espalda aguanta,
llega a mí
en forma de vago recuerdo,
la fría sensación de tu aliento muerto.



Alegría y pena
acumulan mis ojos sin vida,
las pocas lágrimas
que no derramo mi despedida.
Por inercia,
corretean en fila india esta cara rendida.



Las horas son eternas,
la vida se me hace negra,
su sentido se aleja,
en esta noche sin sangre en mis venas,
donde la melancolía
ahoga de adentro a fuera.



Cuando respirar se convierte en pesadilla,
pido a la muerte se haga presente.
Que su guadaña
brillante y afilada,
parta la realidad de mi esperanza.





martes, 25 de febrero de 2014

Verso y entraña.




Aliento de mil tiempos
recientes y añejos,
sonido que hiere recorridos
galopando a la par de mi suspiro.


Manto de sombra y plata,
reflejo de desnuda esperanza,
vaho de la mañana
que despierta sobre el vidrio
de mi entornada ventana.


Raíz dividida,
extremidad ermitaña,
prieta zarpa en las entrañas
donde se dejan perder mis lágrimas.


Senda de vacíos,
de silencios perdidos,
poeta armado de versos soñados,
palabra anciana, libre, secundada.


Fresco rocío de madrugadas,
precioso espejo del alma,
cristalina puerta de abismos,
estrella de la fragancia.




lunes, 24 de febrero de 2014

Paz, pero con condiciones...




En la nuca,
aquel frió metal y, la sinrazón de un odiar.
La irracionalidad animal convertida  en ideal.
Allí de tras, siempre escondido,
cobarde y ridículo.
Uno de esos tantos verdugos
que jamás pasara de vulgar asesino.
Cortito cerebro y mil complejos,
sin apellido en sus huesos.
Uno… Sin historia,
sin sangre, sin poder ser alguien.



Y pidieron libertades
asesinando a desprotegidos currantes,
fáciles victimas hoy mártires,
en esas manos de sinrazón y barbarie.
Y pidieron, chantajearon,
mataron en nombre de... nadie lo sabe.
Todo es mentira, una cortina de espeso humo
para lograr vivir sin dar golpe.
Creyéndoos héroes, pese no ir jamás de frente,
en igualdad de condiciones…
Si, sois de naturaleza tan ridícula como cobarde.



Hoy, pedís paz.
¡¡Y poniendo condiciones!!
Buscando en el extranjero apoyos,
ayuda ignorante.
Hoy, continuáis arrastrándose
bajo opacos rincones,
agazapados en esos ideales
sostenidos por mentes tan cortas como inútiles.
Es para mi vergonzoso,
el que sigáis siendo noticia,
ya que en vuestros ojos, lo único con vida,
es la analfabeta mentira.

domingo, 23 de febrero de 2014

Lo que fue el aliento de un suspiro.




Sentado, aquí, 
en el extremo más frío 
de lo que fue mí pasado sombrío, 
me recreo en todo esto que veo, 
lleno de manías, mitos y desprecio. 
Limitaciones que ahora, sentado,
 con los pies balanceando rincones, 
me hacen sentir mucho más muerto que vivo.



Inútiles asesinatos, corrupciones, 
asaltos, violaciones… 
como en siglos pasados. 
No avanzamos, como humanos, 
estamos estancados en la penumbra 
de creernos populares. 
Poder y  dinero hacen de la mentira, 
aliada verdad futura.



Aun me siento reflejo en el espejo, 
pero siento como por dentro, 
me voy pudriendo en el laberinto 
del envejecimiento, 
parodia de libertades, 
comedia de infinitas vidas, 
pesada broma que jamás termina, 
rebobinándose con un mando de secas pilas.



Sentado, recibiendo de cara el presente 
que dice no esconderse, 
mi alegría no se mueve, no se resiente, 
tal vez, culpa de esta alma confusa, 
que vaga descalza en su propia esperanza, 
antaño, pionera guerrera 
de mil contiendas que hubiera.





sábado, 22 de febrero de 2014

Asediado de tonterías...




Limpia el agua la culpa
que recatada se esconde en el alma,
la pereza que camufla.
Calma la sed y la ira.
Asediada, fallece de esculpidos embustes
que enriquecen al hombre que no la bebe.


Se evapora la vida,
en la rutina muda y humilde
de una solitaria lágrima,
el suspiro se roba frío y a cuchillo,
como el aullido de la libertad
inocente del lobo furtivo.


Muros y rejas,
encierran erosionadas y en barbecho,
palabras desventuradas.
Aguada la tinta,
incapaz de describirlas.
Paso la llave, cierro pestillos y,
rindió los oídos ante su grito.









jueves, 20 de febrero de 2014

Si, porque si. (Vamos listos)




Crece la mentira, la omisión, se desvanece la vergüenza, la sensatez y su ética, todos, uno por uno, seguimos andando callados. Meros robots programados para asentir con la cabeza venga la que se nos venga.



Me rebosa la inquietud, me preocupa y por momentos altera la parsimonia que nos rodea, personas acartonadas que de puntillas pasan su vida sin mayor gloria que la de sufrirla.



Hoy preferiría no ser yo, querría poder distraer mi atención allá, lejos, donde pasean los de cartón. Sentarme armado frente el televisor, tragarme al detalle cada minuto sin razón.



Hoy me apena ver la tierra, esa madre que se entrega a nuestra clemencia sin pedir favorecerla y, mientras, nosotros le dejamos la peor herencia.



Despojos y desperdicios de esta abstracta era, vergüenza de quienes la asesinemos  sin querer verla, huyendo de la coherencia, asintiendo con la cabeza.







lunes, 17 de febrero de 2014

Curvas.




Prieta o blandita,
golosa la sin razón.
Son tus curvas
pecado, locura, afición.


Aquel desquiciar
que mostró un camino.
Amor, temor…
sombra real de pasión.


Bendito pecado
por el que rezo al diablo,
cornudo y depilado.
Rojo, con o sin rabo.


Caníbal, salvaje, animal.
Instintos que llevo
sin poder controlar,
siendo tus curvas mi penar.


Al ojeo pretendo cazar,
ese sueño cálido
en mis noches de caimán,
dientes, garras, fino paladar.


Curvas. Contorno singular,
brisa de húmedo azahar
que de rojo me hierve,
abrazándome hasta estrangular.


Aburridas líneas rectas…
¡Que viva la cantidad!
Que luzcan las ricas formas,
aquellas que si, se pueden disfrutar.

domingo, 16 de febrero de 2014

El mejor servicio. (Historias cotidianas de hotelito)





Carlos era el amable y competente joven que me atendió en recepción. El mismo, que hubo de mediar con mis vecinos, joven matrimonio alojado en la habitación de al lado. Pareja asilvestrada que no sabían hablar más que a gritos, en el bufe, se ponían a reventar repitiendo platos como si en un pasado no demasiado lejano, el hambre les hubiera dañado.


Valiente y educado recepcionista este tal Carlos, que ante mí llamada pasadas las tres de la madrugada, oportuno y presto subió a comprobar la veracidad de los hechos relatados poco antes por teléfono. -¡¡Valga-me Dios!!- le salió del alma.


-¿Que le dije? Y así, desde poco después de las once de la noche. .


Los gemidos de ambos atravesaban por igual paredes que tímpanos.


-¿Así desde poco más de las once?


-Como se lo digo.


-Mentira cochina. ¡¡Claro!! a no ser, que hagan trampa y este usando viagra.


-Que prueben en otro lado, para dejar descansar al del lado. A esta hora la piscina está seguro, seguro vacía.


-No, no, la piscina no. de hecho nos toco poner un cartelito específico avisando de la prohibición al respecto de practicar allí el coito.


-¡No me diga! ¿Y eso?


-Es lo que tiene ser un hotelito acogedor, pequeño y romántico. La verdad, no lo tenemos muy claro, no sabemos se es la tenue luz, la música de fondo o, la calidez del tono con que se pintaron las paredes. El caso es que hasta aquellos que llevaban años sin nada, de nada... es llegar aquí y o, o, o, un escándalo, un no parar...


-Caramba. Si algún día me caso y la cosilla me falla, ya lo tengo yo en cuenta, que al precio de la viagra, creo compensa. Pero ahora mismo, lo que quiero es descansar.


-Sí, sí, me consta. Regrese usted a su habitación que ya me encargo yo.


Solo escuche el traqueteo de la puerta, poco después unos pasos, y silencio blindado. Que, bueno. Por lo menos se ve son una pareja educada, o eso, o no sabían que se les oía tanto y están cortados.


A la mañana siguiente, allí estaban, poniéndose ciegos en el bufe de desayuno a huevos a la plancha sopados con ensaimadas y zumos de naranja. Algo normal después de tanta caloría gastada.


Tras pasear por la ciudad y, al estar a media pensión, regrese al hotel comido ya con el fin de echar una siesta, la noche no fue la mejor y el cuerpo me la pedía voz en alto. Al entrar al hall vi tras el mostrador a Carlos Acedo, mi curiosidad imprudente me hizo preguntarle qué tal le fue la noche anterior con aquellos dos, mientras recogía la llave.


-Nada, muy bien, lo normal en estos casos. Les comente que habían varios clientes que llamaron preguntando si precisaban de ayuda para terminar lo empezado, ya que según lo descompasado de sus gemidos, dejaba claro que la pareja podía entender de todo, menos de eso que llevaba a cabo.


-¿Psicología inversa?


-Bueno, si, podríamos llamarlo así.


-Interesante su resultado, pues callaron de inmediato.


-No se la verdad como decírselo...


-¿El?


-Vera, callaron de inmediato para reponerse cuanto antes, a fin de lograr esta noche estar dale que te pego hasta que rompa el sol.


-Ahora comprendo el atracón a huevos y zumo natural. ¡¡Qué barbaridad!!


-Sí, fue una recomendación muy especial del chef.


-Pues ya podría haberse callado el tío.


-Jajajaja no sufra, en esta casa, como en cualquier hotel, nuestros clientes son lo primero.


-Pues no lo tengo tan claro créame Carlos.


-Insisto, ya que como le reitero, la recomendación... el chef...


-No le pillo, perdóneme.


-¿Sabe usted lo que es el bromuro?


-¡¡No me joda!!


-Precisamente para evitarlo.


-...Entonces. Los huevos...


-Ya veo lo va cogiendo. Usted descansa y, ellos, que llevan desde que vieron, para cinco días ya, sin parar dejar una sola noche de... que más les da, seguro que hasta lo agradecen. ¿Vio las ojeras de él?


-Las vi, las vi.


Gracias a la profesionalidad del sector hostelero, pude disfrutar mis vacaciones sin contaminar por terceros. Jamás olvidare a Carlos, su entrega y esmero. Pero hoy,  casado, en el mismo hotel pasando mi luna de miel, no puedo dejar de pensar si esta bochornoso gatillazo...






sábado, 15 de febrero de 2014

Imágenes perturbadas.





Hiedra trepadora
de horizontes y mala comedia,
desnuda protagonista
en la pálida virtud de mis letras.
Bajo las piernas donde se marchita la tierra,
remolino de iras infernales,
dejasteis de asustar
cuando ya no cabían males.



Acantilados  prefabricados
por gigantes desalmados.
Interminables reflexiones
para demostrar lo evidente,
en un mundo que vagamente
se reconoce.



Sin la fe o locura
de antepasados enterrados,
seguimos hoy llorando.
Evitando los espejos
donde ni el vaho del aliento
siente en su recuerdo.
Donde la figura,
ni alegre ni triste,
deambula sobre las corrientes
de un futuro seco en sus raíces.



Oscura biblioteca de fallecidos poetas,
polvo y vísceras
llenan estantes y lejas,
encarcelando el sueño de sus almas.
Atando
con la cadena más gruesa,
la libertad de palabra.



No quedan esperanzas,
si la lluvia y la poesía
se entregan resignadas,
ante la penumbra de una era aciaga,
donde la historia no hizo aprender nada.
Seguimos tropezando
al borde de un profundo acantilado,
allá,
allá donde vagamos.










jueves, 13 de febrero de 2014

Trampas.

                                            



Desmontan mis dedos
instantáneas plasmadas 
en la historia del tiempo.
Corretea entre venas y huesos
un extraño aliento marinero,
agonía que se dibuja
con sales mohecidas.


Ante mí,
sobre el asfalto desnudo y gris,
el mundo se transforma
en  grotesca ruina de polvo y mentira.
La muerte subcontrata por vez primera,
la pobreza muerde como fiera hambrienta
y, la humanidad, huye de sí misma.


Recostado sobre las costillas,
ni mis lágrimas son aliadas,
abandonándome en la oscuridad etérea
donde el vacío y la nada,
se convierte en atisbo de esperanza.
¿Si mis dedos quedaron quietos,
si dejaron algo de tiempo,
si en verdad queremos hacerlo?


Lamentos corretean por el espacio,
grabación constante de miedos y hambre.
Vergüenza enterrada por los propios noticiarios,
eco negro al que ponemos puertas, 
ventanas y muros.
Abismo al que damos de lado
pese tenerlo pegado,
acechando ese instante
que nos desangre.


Asesinos de palabrerías,
tramperos de corbata.
Lograsteis manejarnos con frases caducadas,
retos y enfrentamientos
donde niñatos sin cerebro entran a saco,
destrozando aquello que labro el esfuerzo
de su abuelo.


La tierra se oscurece
molida y cansada de estupideces,
el mundo se desvanece
entre las manos de cuatro titiriteros.
Mientras estos,
se reparten  el botín en su egoísta destierro.
Evitando chocar con la realidad
que sufren los pueblos.


Encerrados en su torre de lujoso coral
manipulan a voluntad,
mirando por una pequeña ranura 
con grueso cristal,
la desesperación brutal
que azota la carne
de quien no se quita de encima
el miedo al hambre.


… y mis dedos,
continúan hurgando en el tiempo,
sombra que impertinente se me cruza,
inquietos e ignorantes
por vez primera,
son mis dedos incapaces.






martes, 11 de febrero de 2014

Cuanto se deja sin decir.




Sabor a rosa beso,
laberinto estrecho,
obsesión de mi cuerpo a fuego.



Me apropio de tu reflejo,
en este sin sentido mundo,
eco de voces,
lamento de lo que siento.



Cuando tu guiño se hace complejo.
Sin compromiso, mi alma,
en silencio se desgarra desde adentro,
diciéndote al oído
todo cuanto siento.

domingo, 9 de febrero de 2014

Clamores mudos.





Clama un pueblo desde el susurro,
por la decencia y la dignidad.
Clama por una absurda vergüenza
y la mayor honestidad.
Complicada mezcla
que siempre hizo dudar.



Se traiciona, roba y miente,
se oculta y pervierte,
con la osadía y soberbia de siempre,
azotando a gentes inocentes
que sin fuerza,
se dejan morir de tristeza
sin mirar al frente.



Se ocultan las palabras
pese su sabida libertad.
Se hacen sordos los oídos a voluntad,
no pesan las lágrimas,
la desesperación se colorea,
se rehúye ver las espaldas,
mientras se alardea a boca llena.



Clama un pueblo
sin voluntad de lucha,
a la espera tan solo
le llegue pronto su final,
resignado, atormento,
dejándose vilmente 
asesinar.