miércoles, 29 de abril de 2015

Intención.




La vida, por hacerla cómoda,
se llena de estupideces y manías.
Mi abuelo, fue muy de cagarse en Dios,
y jamás, ni el mismísimo demonio
tuvo huevos a facilitarle un solo día.
La vida, por definirla,
es una inversión de contados instantes,
que ya cada cual, por suerte o convicción,
intenta manejar, pues es solo eso.
Intención, lo único que puede variar
en un firmado final.


martes, 28 de abril de 2015

Leyenda o verdad.





Creer.
¿En que, en quien, por qué?
Más allá de mí,
no veo tan preciso un sí porque sí.
Más allá,
no termino de encontrar una fe,
una sigla,
una razón que no termine
contaminada de ajena y mundana
falsedad.


Cercos de ideales surreales,
limitan la realidad que nació en libertad.
Paso a paso,
mirando en todas direcciones,
me sigo alarmando
hasta donde lo permiten mis consensuadas razones.
Me alarma,
la facilidad con la que acogemos una sola versión,
cegando esas segundas
que como la oportunidad,
son leyendas nada más.


No es mi caso,
uno de esos más de tantos
en los que la inseguridad viste el alma,
buscando, necesitando,
creer en algo.
Ni es mi caso
ni tampoco lo comprendo.
Creer por creer,
para descansar
ante lo que nos podemos encontrar,
en un desdibujado más allá.
No es mi caso inventar un final,
del que nadie ha regresado jamás.

sábado, 25 de abril de 2015

Me importa un huevo.





Las paranoias y pajas mentales,
de vosotros, inseguros mortales,
son suculento negocio para loqueros y curanderos.
Miro mi reflejo y rio, de mi, del primero.
¿Si loco si cuerdo? me importa un huevo.
Me gusto más que menos.
Punto.



Jamás comerá de mi
un sesudo gurú de la psicología.
Conozco mis manías, mis miedos.
Conozco el bien y el mal,
sé que hace daño y que no.
¿El resto?
Gilipolleces de manual,
o simples ganas de lloriquear.
Y yo, soy muy normal.



Tanto, tanto,
que camino para atrás,
pues hace mucho
que deje de lamentarme.
Se lo que quiero, porque luchar.
Si ando hacia atrás,
es porque prefiero lo de allí,
a lo que se me empuja a vivir,
a  lo que es, porque si.



Llamadme como gustéis,
gritarme si queréis.
Comportaros como a bien,
os salga de la gana,
que yo, seré quien y como soy.



Porque yo,
si me he hablado.
Largas charlas
sin contaminantes intermediarios,
he mantenido con migo mismo.
¿Y saben? me gustan mis limites,
mis dudas, mi miedo.
Me hacen sentir vivo.



Vivo, porque he nacido,
no por haberlo pedido,
y la diñare,
con o sin dinero,
con o sin estudios,
con o son padrino,
con o sin complejos.
Solo el remordimiento
nos hace distintos.
Solo, a los que nos roban el sueño,
dicen, nos hace buenos el tiempo.
¿Si loco si cuerdo,
si rico si pobre,
si tonto si listo?
Lo dicho,
me importa un huevo.



Paranoias, pajas mentales,
fantasma personales.
¡Joder! es que hay tanto y tan variado,
que con la fácil que es.
Os preparáis para padecer,
por cojones, os dejáis morir sin haber tratado de vivir,
sin conocer el fresco sabor a menta,
sin conocer al vecino de la otra puerta,
sin saber de vosotros una mierda.
Y a mí, eso, me sigue importando un huevo.



sábado, 18 de abril de 2015

Señalar es cosa de necios.



¿Señalar?
Ni con uno ni con veinte,
no me sale de adentro
ser por voluntad propia un analfabeto.
Señalar,
lo dejo para el resto.


Buenos, malos,
grandes o pequeños.
Son dos opciones que según colores…
así pues. Inocentes y culpables.
¿Señalar?
No lo hace más que el cobarde.


En un latido
que todos olvidaran,
la vida grita vacía,
una, una más de todas ellas
que morirá herida,
bajo la sombra manchada de envidia.


¿Porqué tendría que aparentar,
porqué me iba a doler
ser el segundo… o el último?
¡Señalar!
¿Para terminar igual?
…Prefiero evitar la inmortalidad.


Mirarme a los ojos,
mirar bien dentro,
veos en ese castaño infierno,
mirar cuanto callado destierro.
Asomaos,
asomaos a mi tiempo.


En un valle
de lapidas y huesos, crece el silencio
que de todos fue consuelo.
Caminando entre muertos,
no veo hoy, que de bueno o malo…
así pues, de mi capa hago un sayo.


Crezco para abajo
cargado de manías y miedo,
de blancos y de negros.
Me curva el peso del desprecio
que un dedo
me amarro al cuello.


lunes, 13 de abril de 2015

Hoy, escultura y...

No es la primera vez, y obviamente, no creo sea la ultima, que uso este blog para dar a conocer a personas de esas, que nos podemos tropezar por la calle sin saber cuanto llevan dentro, y cuanto es lo que nos podrían contar por medio de su creatividad. De todos es sabido que no soy ningún erudito en las bellas artes, ni en la literatura, ni tan siquiera, a la hora de cambiar una rueda pinchada. Pero si tengo muy claro lo que me gusta, y hoy, os voy a presentar a Antonio Pons, una persona tan humilde como interesante, de la que doy fe, a nadie deja indiferente.


Actualmente trabaja como profesor de bachillerato artístico, profesión que combina, y de que manera, con su faceta artística, la escultura. Y aquí, no hay técnica que se le escape, ha trabajado con poliéster, bronce, piedra, madera, hierro, gres, acero...¡Un hacha! que diría mi abuelo, en la gloria este.

Tampoco hace ascos (Gracias a Dios) a tema alguno, pero como es imposible remediarlo ya que todos tenemos debilidades, la civilización Ibera y el Misteri d'Elx, son en el caso de Antonio sus mayores fuentes de inspiración. 


Este recorrido fotográfico, es tan solo un aperitivo sencillito de lo mucho que Antonio tiene tanto fuera como dentro. ¡Ojo! como buen artista, nuestro personaje, es toda una mente inquieta, necesita expresarse una y, otra, y otra vez más. 


Por ello que ni el diseño en joyería se le escapa.


Como tampoco lo hace el dibujo y la acuarela. 

Os recomiendo encarecidamente visitar  sus exposiciones, podéis empezar por www.apons.es no es lo mismo que verlas en directo, pero os dará una idea, que para abrir boca no esta mal.

domingo, 12 de abril de 2015

Al paso de los caballos.






Diez jacintos floridos,
fragancia en las venas,
diez jacintos coloridos,
alejan mente y penas.


Bajo un balcón vacio,
las huellas de la alcahueta.
En la calle aplausos y llanto,
adornan a la muerta.


Corrompe el silencio,
entre coronas y lamentos,
corrompe el viento,
entre velas e inciensos.


¡No gritar para adentro,
tontería es guardar nada,
sacar todo el odio,
que no se agrié el alma!


La vida y el luto,
caminan por la orilla,
sin el eco del abrazo,
siguen calle arriba.


La gente se santigua,
perdidas van sus manos,
lo hacen por inercia.
Al paso de los caballos.

viernes, 3 de abril de 2015

Un castillo y la luna.


Tras su blanca desnudez,
un castillo y la luna.
La noche para soñar
y el placer del pecar.


Entre sus pechos la ira,
bajo su vientre el poder,
ante las ordenes su perder,
entre mis dientes, sus uñas.


A pies de la voz,
tiembla la carne.
A pies de él,
su collar más fiel.


Con la cabeza baja
atiende al señor,
con la mirada en el suelo,
pide su favor.


Sangre y tiempos,
de él prisioneros.
Un chasquear de dedos,
y sus pezones…muertos.


Tras su blanca desnudez,
un castillo y la luna.
La noche para soñar
y la voluntad, una.




-Un cuarto a oscuras, el balcón abierto, la cortina mecida, la luna el aliento nos enfría y, el castillo. Majestuoso, erguido y sin complejos. Desde sus viejas almenas vigila…postal de vida-