viernes, 25 de julio de 2014

Enjaulado...





Sumerjo la historia de lo que me considero
en la pálida profundidad del recuerdo.
Enjaulo las palabras que con celo mi boca guarda,
para que se mohezcan
en el sueño de su propia esperanza.


Poeta de iras vivas,
lloro y sangro alejado de vanos remedios.
Señalado desde vuestros ignorantes dedos,
hoy, no me temo, no me rindo,
no grito a la soledad que se encierra en mí mismo.


Bajo el flexo encendido,
sobre esta silla de pequeñas ruedas.
Decido volar entre los versos y las divagaciones que de mí se apoderan. Me siento vivo, integro, complacido… casi eterno.
Al ser yo, quien acaricia tus oídos.


De mucho me arrepiento cansado de escuchar,
de ver, de valorar y razonar. Cansado,
de que me miren como a un bicho raro sin lugar en la vida,
por ser como quiero, por pensar, por querer y amar.
Cansado, de gritar.




lunes, 21 de julio de 2014

Que disgusto más gordo... ainssssss




Esta tarde, como daño colateral, he conocido a una personilla, amigo de un amigo. Como el hombre esta allí, me lo han presentado, y, como el que nos ha presentado me tiene tal vez en una estima excesiva, lo ha hecho como si este menda fuera escritor, bueno, las palabras textuales han sido. -Te presento a Buitrago, amigo y poeta ilicitano-

El personaje en cuestión, antes de darme su mano, me ha mirado de arriba para abajo y me ha soltado un repertorio que casi me duermo, no, de verdad, los calzoncillos no se me han caído por que tenia puestos los pantalones.

Por lo visto, si a uno le gusta la poesía, máxime, si ha escrito alguna, por  lo que se ve, aun por cojones, ha de conocer a la totalidad de poetas y sus trabajos que hay repartidos por el mundo. Si, como se lo digo. Me ha dicho el nombre de un alemán, sueco o austriaco, del que ni de coña recuerdo su impronunciable nombrajo, y al decirle que ni puta idea, casi se le salen los ojitos de las cuencas. (Digo lo de ojitos, porque he visto cagaditas de conejos más hermosas) ¡Ojo! que el poeta en cuestión tiene, cree quien lo dice, dos libros publicados, no uno no, dos.

Haciendo honor a mi galantería y al nombre que recibe mi blog, le he preguntado a esta personilla, si ese alemán, sueco o austriaco, sabrá quien es Antonio Fco Buitrago. Se ha quedado parado y antes de que reaccionara, he decido rematarlo.

-¿Cual es tu oficio?- le he preguntado.

-Mecánico.

-¿De la Seat, Opel...?

-No, de coches no, de motores para maquinas de aparado- me ha respondido muy jovial.

-¿No eres tú el que ha dicho que un poeta ha de conocer toda la poesía, obras, autores?

-Si, pero no veo...

-¿Te has olido alguna vez el aliento?- Creo que aun se esta haciendo el disimulado, todos aquellos que había por su lado, se ha reído mucho, él, desde su tonto orgullo, se ha levantado y ha ido al servicio, lo que allí ha hecho... mejor, paso hasta el culo y que cada uno je je je

Señores y ñoras lumbreras de este nuestra preciosa tierra, por favor, tápense la boquita de vez en cuando, son demasiadas las chorradas que a diario uno aguanta.


sábado, 12 de julio de 2014

Reflejo de suspiro. (Del libro. Apuntes y recuerdos del alma)



Necesito el tacto de tu mirada, 
la calidez de tus dedos sobre mi desnuda espalda, 
tus labios en mi cuello, 
noche tras noche, 
solo tu sueño.



Necesito tu aliento sobre la almohada, 
tu piel entre mis sabanas, 
el gesto de tus pestañas ahondando sobre mi alma, 
hasta el dulce despertar de la mañana.


Eco de mi mente, 
deseo prohibido de la noche que desciende, 
reflejo sin la crudeza de un espejo, 
donde eres esencia libre, y yo, 
tras cada esquina, el aire que se esconde. 
furtivo, cobarde, fantasma de un solo suspiro.

domingo, 6 de julio de 2014

El hombre que nació poeta.



Arañadas, mordidas, apaleadas y despechadas, 
me llegan tus palabras.
Heridas de guerras, injusticias, 
y melancolías desgastadas.


Rostro de lágrimas sin gozo 
podrido de fantasmas y demonios,
de ignorancias a hierro y fuego 
impuestas al cuerpo.
Palabras sencillas y honestas 
que se niegan a callar, fallecer o mentir.


Palabras que gritan, cantan y aclaman, 
palabras trasparentes que abrazan, besan, quieren. 
Palabras del pueblo, 
su pueblo de gentes y alma.


Hombre y poeta que no rindió ante los pies de nadie, 
la libertad de sus letras.


A la memoria de Miguel Hernandez.

miércoles, 2 de julio de 2014

Jinetes al amanecer.


De mi amigo D. Manuel Vicente Segarra, "El chiquillo le llamo yo" os he presentado ya a: La Reina Imposible y, ¿Amor? ¡Los cojones, amor!. Todos de la editorial ECU.

Cada uno difieran en gran medida del otro, sin desmerecer ni uno solo. (El cabrón escribe muyyyy bien) Este ultimo, si, el de los jinetes que madrugan, es con mucho, de las mejores novelas que he tenido el PLACER de leer.

No faltan los diálogos inteligentes, personajes históricos, batallas trepidantes, amores imposibles... bueno, más bien, jodidamente peligrosos. Perdonen mi ordinariez, es que la envidia empeña mi refinada educación. 

Una novela que se deja querer, de esas que te coge de tal manera, que hasta que no sientes los pies, no sales de váter pese las púas de la mujer con aquello de. -Ya estas otra vez, en casa somos más, que tendrá el trono que no te despegan de él...- Lo normal ¿No?

Dicho queda. Una novela, una buena novela, que a todas todas y pese lo normalito que es uno, estoy seguro, gustara a la mayoría que la lea.