jueves, 31 de diciembre de 2015

Borbotones de talento.





En la bronca quietud del sueño
que hipócrita impide dormir.
Fluye, como sangre herida de muerte,
a borbotones de talento
la pasión que desborda su aliento.


No hay más que sentir sus formas,
para que entrañas en ojos converjan
y con olor a viejo llanto
emocionarse de su muda voz.
Esa que retumba entre paredes
de tacto y sustancia, de misterio y distancia,
de un tiempo que corre y se cuaja
…mientras al fondo,
aplauden y aclaman.


En la bronca quietud del sueño
que hipócrita impide dormir.
Me arrullo con su arte,
en su manera de sentir.
Admirando como admiro la valentía y el instinto
de dar rostro a quien no lo tiene
y carácter a lo que no lo padece.


En sus manos de conocimiento
sus creaciones visten alma,
plagando ese pequeño universo
donde soñar, nos hace sinceros.






Al mucho talento de D. Antonio Pons, gran escultor, persona, amigo. 

domingo, 27 de diciembre de 2015

La pulsera de Pandora.



Mi hija mayor hace mucho que no escribe cartas a los reyes magos, ni al gordito del pijama de felpa  rojo, pero como de todos es sabido, la ilusión no se pierde con la edad, tan solo se disimula o se reprime, pero perderse, no se pierde. 

En casa sabemos lo que le gusta pues no ha dejado de ser nuestra niñita, así que antes de que se nos echara encima nochebuena nos fuimos su madre y yo al pequeño chiringuito que Pandora tiene en el Corte Inglés de Elche (Alicante) donde siempre hemos acudido a comprarle algo de esta marca (PANDORA) 

La primera vez que lo hicimos había dos señoritas atendiendo y tres personas comprando, contando a las que ya despachaban, y se nos pidió que sacaramos número por si de golpe venía más gente, llevar un orden. Algo que me pareció de lo más coherente, así que saque número, y por eso mismo este año fuimos derechos a él hasta que la dependienta, una moza de pelo liso y moreno, ojos claros y grandes, y  con tan poca chicha como gracia para atender a los clientes. Me mira de muy malas formas y me pide que no saque número diendo, a la vez que miraba en derredor suyo -si te das cuenta, no hay mucha gente, así que no hay que sacar número, vas detrás de ellos- y me señala a una señora con su hija. 

Ese -si te das cuenta- a la vez que mira en todas direcciones, me ha sabido a "¿eres tonto o prácticas?" aparte que lo de tutearme así, por las buenas... y no estoy loco, a mi mujer también le ha jodido la cosa, y bastante. 

Nos hemos callado muy discretos y hemos guardado turno, no sin dejar de preguntarnos si es que tal vez el ir de diario, con esos pelos algo de aquella manera y encima yo sin afeitar, podrían tener la culpa. La plebe es la plebe y la delgadita moza que atendía iba muy de princesita...si, puede que sea eso, pero al escucharla hablar poco después a la señora con la hija (más arregladas que íbamos yo y la mujer) nos hemos dado cuenta que no, que nuestras pintas no tenían mucho que ver, la niña es estúpida si o también -que se le va hacer- ha dicho la mujer, pero yo no soy de resignarme así, a las buenas, pues como yo estoy cara al publico y trato a la gente como me gusta que a mi se me trate...

Cuando por fin nos ha tocado, y siempre desde la mayor educación, he corregido a la moza deshuesada de ojos grandes y claros. Le he explicado, aunque no tenía el porque, porque he ido a sacar directamente número -asi me lo pedisteis el año pasado habiendo puede que menos gente de la que tiene ahora-

La niña de ojos claros ha torcido el morro, por lo visto no le agrada que le digan nada, y eso que aun no he terminado. -Yo no me puedo acordar de todas las caras- responde, como si a mi que se acuerde de mi cara... en fin.

-A ver, a ver, que a mi que te acuerdes de mi cara... como que me da igual, yo de la tuya tampoco me acuerdo y no pasa ná. No es ese el tema, lo que trato de decirte, si me permites. Es que ese "si te das cuenta" mirando para todos los lados, esta muy mal. Con haberme dicho "no saque usted número que va con la vez" sobraba.

La moza falta de peso (para mi gusto claro) sigue torciendo el morrito y su gesto de cara, como las ganas en atendernos, se hace más desagradable, frío y distante, al punto que cuando pagamos y ya nos íbamos. Su, hasta luego, ha sido como un claro -iros a tomar por el culo-

A nuestra niña le gusta esta marca (PANDORA) y me alegro, pero de ahora y en adelante, mientras no haya otra tienda de Pandora en Elche, me parece que en casa se le regalaran otras cosas, porque hay otras cosas chulas en la vida y no veo porque tendría que aguantar a una niñata desagradable y tonta... e insisto, me mordí, y mucho, pero mucho mucho la lengua, no puse ni queja, y todo porque la mujer me dijo -no sea que la tiren a la calle- y se que eso no hubiera ocurrido, aunque sinceramente, no me hubiera quitado el sueño, y menos hoy, con las calles llenas de gentes plagadas de ilusión y gana por tener oportunidades como la que esa señorita sin educación tiene y desaprovecha.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Algarabías en mi memoria.





Algarabía y risas
acorraladas entre cocina y galería,
son de aquellos primeros días
ese sonido que cuan luces me domina.
Una  madre, una tarde,
muchos hermanos y la radio.
Hasta que tocan el timbre
desde abajo.
 -¿Se baja la Rosario?-
y restamos,
hasta que poco antes
venga papá del trabajo,
la Rosario suba de jugar.
Siete almas en un corral
jamás hubieron con mayor felicidad,
que las que yo recuerdo
prietas de espacio y tiempo,
en esa memoria que celosa,
para mi suerte
nunca me agota.







viernes, 25 de diciembre de 2015

La niña que comía mariposas.



Hace de ello ya unos años, conocí en una web de esas muchas que hay literarias donde aficionados a las letras, unos con más nombre y desenvoltura que otros, pero todos enamorados de lo mismo, cuelgan sus trabajos. A una gran poeta que bajo el seudónimo de Albasilencio publicaba sus poemas. Su nombre real es María Dolors Carrillo Sánchez, autora del más que recomendado poemario "Deja de labrar silencios". Maria Dolors contacto conmigo porque quería regalarme un ejemplar de su último libro ¡Woow! y dedicado. con lo caninos que andamos por casa desde hace ya demasiado tiempo, miren ustedes por donde, si he tenido regalo de navidad. No se si Dios existe, pero María Dolors Carrillo Sánchez, ya les digo yo que si. 



Soy de leer despacio, a muchos pocos... me ha sido imposible, literalmente me he bebido su libro, que para mi sorpresa no era de poesía, sino su primera novela. Y qué novela señores míos, que novela. Su narración no deja indiferente a nadie, con ella y por igual logra hacer sentir pena, que rabia o nostalgia, y con su sencilla e inagotable ironía, también me ha sacado muchas sonrisas. Es un libro con alma, con carácter propio, una lectura de las que deja esa seguridad que no será la última.



Les dejo un trocito.



-Milagros, escúchame bien- pontifica la mujer antes de marcharse -vas a ver cómo se pone tu marido, como un pincel, y ya puedes ir sacandote las bragas, que te lo digo yo. Con Dios mujer ¡ea!



La Milagros la mira perpleja "¿Por qué le dice eso?" se pregunta. De todas formas no le hace demasiado caso. Entre otras cosas, porque ella no viste bragas. le gusta mearse donde le apetece.



Al cabo de unos días, la Milagros supo que la Juana, al parecer, también hacia milagros, porque el estado en que estaba su marido, con unas fiebres de aúpa, y una verga más erecta que una estaca,era a todas luces un milagro, o una pesadilla, o una maldición, como opinaba la Milagros, cansada de tanto acudir a la habitación a atender a su marido y no precisamente de las fiebres...



Lo dicho, un trocito de lo mucho bueno que hay entre sus páginas, en este ejemplo para sacar una sonrisa, en otros para llenaros de angustia, rabia, lágrimas. ¡Bravo Maria Dolors! magnífica lectura, maravillosas descripciones, un gran regalo amiga mia... y ello, pese la envidia cochina que me da reconocer que jamás seré capaz de escribir así de bien.


viernes, 18 de diciembre de 2015

Al otro lado de mi habitación.



Ha amanecido como tantas veces,
entre aquel silencio entornado
sobre el que a veces llora
y al que en ocasiones aclama.


De nuevo sola,
trata de aparentar indiferencia.
¡Hipócrita!
Por supuesto que le importa.
Jamás aprendió a consolarse
más que con los dedos y sin luz.


Incapaz de enamorarse,
folla por follar.
Dos minutos de placer
y una eternidad de soledad.


Es más difícil ser mujer
que aparentar honestidad.


Jamás la vi rendirse, ni suplicar,
tiene más cojones de los que yo sería capaz de aguantar.
Pero la soledad la retuerce del vientre a los pezones,
y sus ojos de triste visten
mientras se quita las bragas y como gata,
entra a la cama desde debajo de sus sábanas.


La he vuelto a oír gemir
cuando preferiría escucharla de rabia gritar,
pocas damas son cobardes,
pocas señoras se rinden,
pocas mujeres tiemblan,
muchas niñas sueñan,
cuando su seguridad es certeza.



Suman sus noches alcohol y penas
mientras las bragas siguen tiradas,
y sus pechos desnudos,
llenos de salivas varias,
piden una ducha y
a la soledad su caricia.


No se medir la pena,
ni la soledad,
no sé cómo convencerla
para que vuelva a luchar.
Tan solo soy un hombre,
uno de lo más vulgar,
que con mujer y madre
en corazón y entrañas
muere de ignorancia
con las manos limpias cada mañana,
al callar lo que no supe denunciar.






-Ante el maltrato, no te quedes callado-

jueves, 17 de diciembre de 2015

Volver a nacer.




He viajado por tiempos borrosos,
nieblas mortecinas, bosques arrasados,
y pueblos de miedo amasado.
Agónicos caminos
que arrebatan  la tibieza al suspiro.



He visto la palabra del mentiroso,
los largos brazos del ladrón,
…vacíos oscuros en el humano.
Abismos acumulados
al fondo de nichos de añeja flor.



De presentes se pudre la historia,
pasajes prisioneros de puertas atrancadas
tras las cuales, es el alma asesinada
por vergüenza armada
de avaricia y rencor.



He dejado de creer, repudio toda fe,
me aferro a la realidad…es lo que hay,
lo que se palpa y ve.
Y así, me envuelvo en mis sueños y recuerdos
por volver a nacer.







miércoles, 9 de diciembre de 2015

Desengañado.




Me enternece el miedo
que sujeto al hueso de la nobleza,
de ignorancia su grandeza,
asesina la inocencia.
Late mi corazón de aquella manera
y por simple inercia,
sintiendo la vida a cámara lenta.



Puede que sea la edad,
que me han rendido
o, tal vez, que no se estar.
Blandito, emotivo,
…no lo tengo claro.
Pero no puedo ver o escuchar
sin echarme a llorar.
Hoy, como mucho,
maldigo la eternidad.



Del secano a lo inundado
en pocos años,
tristeza vomito viendo
todo cuanto he desperdiciado.
Que engañado he vivido dentro de mí mismo,
ni el silencio ni los gritos me despertaron,
solo el tiempo
me ha desengañado.




-Perdonar, solo está en manos del herido. Generalizarlo es una cómoda inercia, una teatral representación. El perdón es tan íntimo y personal, que sin el don de imaginar es imposible describirlo. Perdonar, es un frágil presente que con demasiada facilidad se ofrece-


viernes, 4 de diciembre de 2015

La parodia de un desgraciado.



La prosa y yo a veces nos tropezamos,
nos saludamos
y cada cual sigue su camino
sin importarle mucho lo que hace y piensa el otro.
Y es esa extraña confianza
lo que me permite respirar y actuar con sinceridad
delante del ordenador o con un bolígrafo en la mano.




Odio que me encasillen tanto o más,
que un plato hasta los topes de lentejas
con la mamá o abuela de turno
diciéndote lo buenas y sanas que son una vez por semana.
La poesía es mucho más que una forzada rima
o que un enorme plato de lentejas.
La poesía son la personalidad y el sentimiento en crudo.




Al igual leo y disfruto a Bécquer que a Gil de Biedma,
y se parecen como la rica berenjena a la feria de Albacete,
o a la de Sevilla, o a la de Málaga.
Las letras son y serán libres aun cuando las prohíban.
Y así debería ser y actuar quien las siente
brincando y empujando por sus venas, de lo contrario,
la poesía no sería más que la parodia de un desgraciado.