martes, 30 de junio de 2015

A orillas de la silla.




Sentado a orillas de una silla.
Mil son las mañanas,
y mil las tardes,
y millones las noches,
donde mi alma te riñe, te mima y mal cría.
A orillas de aquella silla,
en mi nuevo despertar,
sigo buscando entre lujos una lagrima
y, en tus ojos mi libertad.

domingo, 28 de junio de 2015

Aullando.




Aúlla el río al sueño que se hizo noche,
diseccionando la tierra en parcelas cicatrizadas
de dentro hacia fuera,
pasaje optimista de quien a perder nada tiene,
muda señal
transformada en caduca lágrima,
en la verde llanura
de mis acumuladas dudas.


Lanzo un grito, desnudo, frío, crudo.
Buscando en su eco
la paciencia que ya no tengo,
en esta impertinencia que me arropa de tiempo,
en lo más alto de mi enterrado optimismo,
dejo flores y rezo,
ante el hueco reflejo
que altera mi sentimiento.






















miércoles, 24 de junio de 2015

Sin diferencias.






Con los sesos curados de espanto, o eso he pensado siempre,
me sigo por los pies vistiendo,
…no por dármelas de mancho o, por dar la razón al mundo.
Lo hago por comodidad y porque aun mantengo el equilibrio,
mañana a lo mejor, decido empezar por arriba,
y seré el mismo idiota que soy hoy y pude ser ayer y anteayer.

sábado, 20 de junio de 2015

Guardián de sueños.



Guardián de tu sueño
se obliga mi cuerpo,
lleno de momentos
en los que el alma
venció su miedo.


Pesadas cadenas
amarran mis palabras,
en ese fondo sin aura
donde residen las entrañas.


Señalan los dedos tras mil ventanas,
a la par de mis pasos, la mañana.


Preso, fallezco sin intentos
de ser lo que quiero,
…sincero, honesto, mediano.
En ella, descritos con arcilla,
laberintos donde mi pecado y recreo
crean tocar el cielo.


Me quedo con todos,
con todos y cada uno
de sus golosos  infiernos.
Placer de la casualidad,
que prieta entre mi mano,
cada noche me hace estallar
si ser del presente
más que mortal realidad.


Hombre me siento y así lo reitero,
pidiendo al viento que me traiga su velo.
Más quererla es lo primero
en esa vida que tanto desprecio.


miércoles, 17 de junio de 2015

Madres de la plaza de mayo.




Imposible sin exagerar,
saber el peso en lágrimas perdidas
por esas madres, todas ellas
castigadas por la inmundicia
intolerante, ignorante y detestable.


No creo posible que bajo sus piernas
pueda esconderse más pena,
ni más rabia entre las grietas de la tierra.


En la plaza de todos los mayos
su grito no entiende de fronteras.
Vanas se hacen las plegarias,
…los desaparecidos no regresan,
pero sus memorias intactas
se alimentan de esas muchas almas
que con anhelo, les aguardan.


Eternas las madres del ayer y de mañana,
que cuan eco de la mariposa,
tímida y discreta, sencilla hacen la vida
con su esperanza bien vestida.


Destacan sus pañuelos blancos
sobre la mentira del olvido,
sobre el miedo y su presidio,
sobre la amargura del vacío.
Admirable es,
la lucha de tan grandes mujeres,
la voz que sostienen,
el aire que las envuelve.
Admirable es,
su llanto incorruptible.



A los millones de desaparecidos que aun hoy, encierra el olvido.

lunes, 8 de junio de 2015

...¿Dignidad?



No tengo claro que es la dignidad,
siempre he pensado que era algo bueno y valorado,
junto la esperanza, lo ultimo ha olvidar.
¡Pero! he vivido equivocado, la dignidad hoy,
se compra y vende en cualquier mercado.





viernes, 5 de junio de 2015

La cueva de Alibaba.



Y reunidos cuan manada de lobos,
blindaron sus espaldas.
 -Aforados igual a casa, ¡ah! y en casa no se pilla-
Desarmados y sin argumentos
perdieron los cazadores al lobo la pista,
y sin ella, se alejo la justicia.



Cuando al lobo se le da inmunidad
y se le abren los prados,
a los borregos solo nos queda temblar
y, sin ganas de gritar,
(porque visto esta que no vale de nada)
apretamos dientes y muelas
mientras su aliento nos rebaña la yugular. 



La cueva de Alibaba no es ficción, ¡está aquí!
en el gobierno español, donde mande quien mande
todos escurren sus responsabilidades.
Si, ¡mande quien mande! …esto,
no lo arregla nadie,
pues la avaricia es impensable,
pero solo, hasta que te ves flotando en la calma del aire.



Con más aforados, -en proporción-, que parados.
Sigue mi España callando, hemos pasado de una terrible guerra
a una democracia que nos ha ido envenenado.
¡Miraos! Callados, arrinconados, acojonados,
hasta dudo que seamos personas, que seamos dignos,
llenos de complejos, miedo y buenismo.
Se nos han jodido sin estar dormidos.