viernes, 24 de agosto de 2018

estrofa de poema






Es posible que no se me note,
pero estoy cansado de tanta gilipollez sin depilar.
La vergüenza me somete según madura mi edad, y en ella,
atado de pies y manos, a bien solo mi lengua dejan andar,
hacia aquellos inclinados acantilados donde el fin no comienza
y la muerte viste igual, 
al idiota con corbata que al listo con alpargata. 

domingo, 19 de agosto de 2018

Tiket regalo del gran Paco y/o Francis Morell








Dos veces habrás de buscarme, porque me sobran cojones y tengo un tiket que te deshace. Dos veces tendrás que visitarme, con esos huesos amarillos que dejaron hace mucho de oler a fiambre. 


sábado, 18 de agosto de 2018

Maldita realidad.







Solo la muerte hace justicia al olvido
que susurra a las orejas y estriñe las tripas.

Dicen, que solo olvida de verdad
el cobarde estúpido que,
con o sin Dios al que culpar,
aprieta tan fuerte los ojos
como lo hace con las muelas
sin  que le revienten las venas
ni lo haga el ojete hacia fuera.

Pero no es cierto, todos,
hasta los valientes y justos,
olvidan hasta donde es posible olvidar
sin que la muerte les pase a cuchillo
y la libertad, ¡por fin!
Sea esa maldita realidad que a muchos,
puede que a casi todos, nos haga volar
sabiendo ya, qué si, y qué no, es paz.


martes, 7 de agosto de 2018

Hoy, no.





No estoy por la labor de rezar
a ninguno de esos absurdos dioses sin escrúpulos,
ni lo estoy por recibir ordenes
que digan a quien tengo que asesinar,
a quien querer o a quien odiar.
Hoy, no estoy por la labor de mear
dentro del viejo y sucio orinal
que alguien señala con una amplia sonrisa
y mil promesas, que como el corzo,
recorren los más altos peñascos en parajes
que sólo vemos por medio de documentales.

Hoy, pues como que no me sale de la gana,
ni me sale de los santísimos cojones,
hacer lo que se me dice es coherente, humano y bueno,
aquello, que todos esperan hagamos por el bien de nadie.

Sin buena sombra que me cobije
y escupiendo contra el aire, hoy,
he decidido ser tan cruel como sin duda sincero,
dé, o no miedo. Hoy, callare o gritare,
pero porque yo lo quiero,
y no por evitar ser señalado por todos esos dedos,
a los que ni conozco, ni pedí consejo.





viernes, 3 de agosto de 2018

Poema IX




Voces,
que muchos creían perdidas,
he visto emerger de la tierra
como la niebla
que comienza
y siempre sorprende.
Ocultaba los pasos
y las piernas
de aquellos que como yo,
nunca bajan la mirada
más que para llorar
lejos de los odios
de una vulgar almohada.

Nadie gritaba,
nadie hablaba,
¡ni señalar!
Señalaban. 
Esos, que en dioses
se escudan,
por santos mendigan,
y a las vírgenes,
solo rezan
sin pueden mirar
sus pechos
o palpar sus curvas.

La pena,
como la más ramera
de las miserias,
carece de sexo
y también,
de aquellos hermosos vientos
que olían a principios
y nos impregnaban de gloria.

Y ellas,
voces que no se oían,
siento de nuevo hurgar en mi ira
calmando lo que fuera hervía,
sin ser infierno
y sin ser mentira.