Ya no,
ya no me encuentro.
Atravesada la maraña de presentes
que tu retina detiene,
distraída, indiscreta,
repentina.
Ya no me encuentro,
en esta infinita pupila de oscuro
intenso,
universo de mi universo
de pasado a presente,
tejido de tiempos.
Imprecisiones, cumplidos,
destino y entierro
de lo que es mi subconsciente
hoy,
retenido,
al no dar sentido.
Palpo las estupideces,
me deslizo en su muerte,
en la agónica de la mal versación,
busco raíces,
que alimenten de mi cuerpo
la justificación,
para tanto grito escupido,
envidiado, egoísta,
carcelero de aquello
que siempre creí,
sin ver más allá
de lo que soy y fui.
Carne, hueso,
alma de viento,
Alguien entre tantos.
Ya no,
ya no se,
quien me posee.
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