En la cuenta atrás del olvido
sangra mi memoria,
una a una,
me destrozan.
Fantasmas salvajes,
odio ignorante,
mezcla
que un día once,
despertó a la muerte,
con brazo y machete.
Sigo escupiendo resentimiento.
¿Poner la otra mejilla?
Un puta mierda.
Siento vergüenza,
rabia, asco,
por todos y cada uno,
de los que se miran el ombligo,
aprovechando desgracias ajenas,
para venderse
revueltos en falsa pena.
En este mundo
que rueda y rueda,
se pierde el sabor a coherencia,
entre horror y humo,
aquella mañana negra,
que de gritos,
alejo primavera.
Entre raíles,
balastos y traviesas,
quedo por siempre la esencia.
Sol, lluvia, aire,
días de nadie y de todos,
en esta fecha de sollozos.
Desgarra mi pecho angustia,
el alma me fue robada,
libero entre balbuceos palabras,
por tanta sangre
y lagrima derramada.
Humilde homenaje a los familiares,
verdaderas victimas de la barbarie,
que jamás,
dará la razón a nadie.
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