En el secano de su cuerpo, me pierdo quitando
pellejos,
dándome de frente con el raquitismo de
un hueso,
duro como piedra, insaboro de forma,
pálido de gusto. Se llena mi cuerpo de angustia, y piropos disfrazados de piadosa
mentira.
¡¡Ahora que iba a presumir de modelo!!
Que Dios y los amigos me perdonen,
pero yo me quedo con las formas
exquisitas que no me dejan con hambre, duras o blanditas, yo quiero tocar
chicha, por abajo y por arriba, yo quiero una mujer viva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario