Cuan gotas de agua sucia
corrompe mi mente un sueño.
Y la carne, este despiadado presente.
Fiel pasado de un recuerdo involuntario,
hoy, desechos repletos por la osadía del
desprecio.
...¿Y el miedo? ¡ay el miedo!
me hace tiempo y hermano.
Clama y bulle la calle ante un silencio
inexistente,
a instantes que no lucen, a oídos
sellados,
a la mirada del amo,
a esas lágrimas, que mueren en mi mano
sin saber de la honradez.
El valor de un gramo.
En la muda pena de mis ojos
grita un alma de mil vidas,
sintiendo propias esas mentiras
que nos infringen demonios y política.
Vientos me empujan y avasallan,
me asustan y maltratan.
Vientos que odio despojado de
esperanza.
A diario lo veo,
duerme entre cartones,
ingrata imagen que de molestias llena la mirada.
Reflejo callado de lo que tras la cortina
nos espera aguardando en aquel presente
que duele por tan cercano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario