miércoles, 7 de noviembre de 2018

En mi refugio.






No estoy refugiado en mi silencio,
es que tan solo, hoy,
prefiero pasar por imbécil
y hasta tonto, incluso, por loco,
a  hacer aspavientos mostrando asombro.

Es por ello que,
aun cuando noto bien clavadas
mil púas en mi carne, paso,
y si es preciso, me hago el muerto
pintando sangre en las venas del cuello
y vómitos, por toda la camisa.

Hace mucho que me harté de todo
y casi todos, hace tanto,
que los cuentos de moda
seguían siendo el de caperucita
y los tres cerditos.

Antes, eran unos pocos los alientos
que me tiraban de culo, ahora mismo,
son muy pocos los que me tienen en pie.
Y, como no tengo claro si el mío
puede estar entre los contaminados,
callado y casi que, respirando por el culo,
así, es como me siento más persona que bulto.

No, no me refugio en mi silencio,
tan solo, pretendo no hacer a nadie perder su tiempo.



















No hay comentarios:

Publicar un comentario