miércoles, 7 de mayo de 2014

¡¡Puaj!!


De lo más bonito que hay en esta vida por mucho nos pueda cabrear, es poder ver y escuchar la disparidad de opiniones y gustos que hay sobre una misma cosa o caso. De lo contrario, nos aburriríamos de manera sobre humana.


Yo por ejemplo, jamas he sido de programas y concursos de cante (Como les llama mi suegro) sin ir mas lejos. Eurovision, para mi, es la exhibición más absurda y  falsa de lo que debiera ser la ética imparcial a la hora de votar, pese a todo, un escaparate por el que se dan de hostias "cantantes" y es que,  salir en la tele vende cosa mala.


Por si fuera poco. Ahora nos machacan a concursos paralelos en los que se hace creer a la audiencia, que son parte de la decisión final... ¡¡Joer!! Que ilusión. ¿Que estamos todos en el paro? Es igual, los SMS son baratitos y Eurovision muy bien vale el esfuerzo...  que no sea todo fútbol y más fútbol.


Llevo varios días escuchando en los medios a una chica berrea... Perdón, perdón. "Cantar a gritos" y me dije -esto no es normal, a esta criatura nos la están metiendo con vaselina, algo buscan- y ¡¡Flop!! Resulta que es la que nos representa en Eurovision.


Insisto en la falsedad que es para mi este euro concurso. Aún era la tele en blanco y negro la ultima vez que lo vi. Pero, si las decisiones del jurado se basaran en lugar de amiguísimos y políticas, en escoger la mejor canción. ¿De verdad alguien se piensa que una joven gritando a pulmón ganaría?... No, enserio ¿De verdad hay alguien lejos de su entorno que lo piense enserio?


En fin, armado de pastillas para el dolor de colodrillo hasta que se pase este bombardeo ridículo, padeceré un año más mi particular purgatorio, aunque casi hubiera preferido reencarnarme en gallina ponedora. 




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