martes, 10 de marzo de 2015

Aventura, sopapos a tutiplen, sexo, humor...



ACERO DEL REY y CRUCES DE SEDA son dos novelas, 1º y 2º parte respectivamente. (La tercera, CAJAS DE GUERRA, horneándose) de D. Manuel Vicente Segarra Berenguer. Son de esos libros que te enganchan y te los comes sin darte cuenta, pero no dejan con buen sabor de boca, porque se hacen cortos, insuficientes, uno quiere más, y más y, más...

Como ejemplo del 1º:


...Todo lo deprisa  que les permitían las piernas, el grupo se encamino hacia la fortaleza. La encaraban ya cuando les salieron al encuentro cuatro o cinco corsarios. Doña Milagros levanto la pistola y, cerrando los ojos, disparo contra el más cercano. La bala le rozó la cabeza y le arranco el turbante.

-¡Por los clavos de Cristo!- exclamo Pareja -¡Es rubio!-

El pirata lanzó un tajo con su espada que Pareja detuvo cruzando su propia espada. El antiguo capitán giro la muñeca, hizo un rápido molinete y el arma del otro salio despedida por el aire. Antes de que el otro se diese cuenta de lo que ocurría, Pareja le lanzó una estocada que le atravesó la garganta. Otros dos atacaban al resto del grupo, que se defendía como podían, mientras otro corsario se llevaba a rastras a María la india después de haberle dado un golpe en la cabeza y de degollar limpiamente a un pescador que trataba de impedirlo. Pareja corrió tras él sin hacer caso de los demás. Le habría dado alcance, pero no fue necesario. De repente, la cabeza del corsario estalló en un amasijo sangriento, alcanzada por un certero disparo del cabo de arcabuces Maciá...



Y del 2º:

-Su amigo de ucé es el Diablo- siguió Vicenta tras un instante-. Y dice unas cosas, y con una voz. ¡Ay, Señor! Es el diablo en persona, Que yo no soy ligera ni me voy con cualquiera, pero es que el señor Pareja es un diablo.

Tanto diablo estaba empezando a cansar a Lapiedra. Así que, por aligerar el asunto, dijo;

-No me digas que has estado con Pareja.

-Estuve, señor- admitió la moza con un hilo de voz-. Y dos veces.

-Pero...¿Y Jaume?

-Ay, no me hable su merced de Jaume, que me entran los remordimientos.

-Pues ya te podrían haber entrado la noche pasada.

-No me riña su merced, señor capitán Lapiedra, que yo le tengo mucha ley y mucho aprecio. Ya sé que lo que fice anoche y hace un rato con el señor Pareja no es de moza decente. Pero es que siuamigo de ucé...

-Si, si. Ya sé. Es el diablo- suspiro Lapiedra.



Lo dicho, dos estupendas novelas que logran el propósito de entretener y divertir... y aprendiendo, porque no, detalles de nuestra historia.

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