viernes, 19 de diciembre de 2014

Perros de Peshawar.




Seis perros y a la orden,
llenaron sus manos de pánico y dolor.
Perros con dueño y sin cerebro,
perros que muertos no son mejor que el estiércol.


Por las juntas de suelo y escaleras bajo
 la sangre derramada se abre paso.
 Niños, docentes,
almas inocentes sacrificadas caprichosamente.


Llora Pakistán, su tierra y su gente.
Llora un pueblo castigado por la idiotez del fuerte,
por el arma de fuego, por el cuchillo afilado,
por una obsoleta y sanguinaria fe.


Lloran, lo hacen por esos niños que ya no sienten,
juegos, risas, voces… muerte.
Muerte es lo unció que entienden,
esa que con mayúsculas, les arranca de su ser. 


Ni las ratas son tan despreciables.
Moríos perros, hacerlo,
 sufriendo lo que no está escrito en ningún libro,
…despacio y, entre risas como las que habéis robado.






-16. 12. 2014: Un anormal con menos interés para la historia que la de cualquier mierda de perro en una acera. Decide muy valientemente masacrar una escuela mandando a sus perros de presa… lo siento, es que no, no puedo… creo, que con lo escrito, dicho queda lo que siente mi cuerpo-

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