viernes, 22 de junio de 2018

Sombras.







Revolotean palabras dichas.
Afortunadas escuchadas, 
desdichadas ignoradas, 
remolino de sentimientos donde me encuentro 
cuan sombra sin un reflejo, 
empujado por el más ligero de los vientos.


Caduco eco el de sus letras mortecinas, 
sin lienzos, pintura o indeleble tinta. 
Es la voz roída de dudas 
que se acumulan y sin ser, mueren heridas.
Figuras, apenas figuras,
que ruedan por la cara triste de la vida.


Revolución desordenada 
del sentir cada mañana. 
Sobre la mesa de los silencios, 
agrias son las miradas que se alejan de su calma 
más allá del mentiroso sueño que sostiene la cama.


Enredado en mítines y milagros 
mis pasos se hacen pasado luchando 
como rebelde y despiadado. 
Sangro por ojos y las manos sin dejar de masticar 
este amargor inyectado, 
...justicia y política en una, 
se hacen ridículas películas.


Con la fe por los pies, 
mi sangre se cuece en un infierno 
donde el demonio
de blanco reluciente viste de Chanel, 
cacheando uno por uno a sus decentes invitados 
hasta lograr presentarlos descarnados.











No hay comentarios:

Publicar un comentario