martes, 12 de diciembre de 2017

Dos que en uno convergen.





En cada comienzo un aliento,
en cada vida un complejo,
en cada pecho un suspiro,
y en cada sueño, dos minutos.

Y… en cada te quiero, cielos que padecen
pero también se eternizan, sueldan al aire sus tripas
y al corazón, el resto de la vida.

En un diciembre que hasta entonces
podía ser otro cualquiera,
dos que por siempre en uno quedan
ríen con la misma gana que las estrellas
y las almas, que las musas y de su pueblo,
palmas verdes y blancas

Por delante, lo que siempre queda,
un camino del que nada sabe y todo se espera,
del que todos hablan sin saber una mierda,
al que ellos susurran y algunos pocos, aplauden.

Un camino, como diría el que suscribe.
Pa echarle cojones y, todo el cariño 
que nos hace mujer, y hombre, y destino.




Mis mejores deseos para Pedro y Desiree, dos, que en uno convergen en este diciembre de 2017.


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