En ocasiones me
asombra lo que puede dar de sí un coco si uno se para y piensa. Hoy, al salir a
la calle me he vuelto a encontrar una plasta marrón y pringosa a un par de
metros de la puerta que da acceso al zaguán. Tras observar con detalle, pero a
cierta distancia de seguridad ya que si algún despistado pisa aquello, a tres u
cuatro metros a la redonda salimos todos de mierda fijo. He podido deducir que;
1º. De gorrión no es, muy grande. De Golondrina tampoco, no es temporada, De cigüeña va a ser que no, por aquí no hay ni una.
De lagartija menos, ya que si suelta eso el pobre bicho hubiera muerto
desintegrada... en fin, aquello para mí era de perro, y de perro ya hermosote.
2º El propietario del chucho, un cerdo de tres pares de cojones. Porque aun
dado lo caldosete del tema ¡coño! por lo menos los dos o tres tropezones que
sobresalían cuan icebergs de lo caldosete, digo yo que si podía haberlos
agarrado. 3º Dado que es la tercera pastela similar en una semana. El dueño del
chucho es un agarrao de narices que con tal de no comprarle pienso bueno, se la
suda que el pobre animal vaya descagarritaó. 4º El hijoputa, osea, el dueño,
vive cerca y madruga mucho (pero caerá aunque tenga que madrugar yo más)
Bueno, cuatro
puntos pueden parecer pocos, pero para mí no están mal. Tenemos que tener en
cuenta que por mis venas sólo corría un café, y descafeinado, y la cara llevaba
lavada apenas veinte minutitos de ná... bueno, aunque puedo alargar el punto 1º
para darle como más interés, ya saben, hacer como los políticos
independentistas y rellenar con tonterías insustanciales los discursos, pues
estoy seguro que la mierda en cuestión. De león, dinosaurio, elefante, ballena,
hiena, serpiente, comadreja, coyote, rinoceronte, jirafa, camaleón, mariposa y
libélula. Tampoco es.
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