Revolotean palabras dichas.
Afortunadas escuchadas,
desdichadas ignoradas,
remolino de sentimientos donde me
encuentro
cuan sombra sin un reflejo,
empujado por el más ligero de los
vientos.
Caduco eco el de sus letras mortecinas,
sin lienzos, pintura o indeleble
tinta.
Es la voz roída de dudas
que se acumulan y sin ser, mueren
heridas.
Figuras, apenas figuras,
que ruedan por la cara triste de la
vida.
Revolución desordenada
del sentir cada mañana.
Sobre la mesa de los silencios,
agrias son las miradas que se alejan de su
calma
más allá del mentiroso sueño que
sostiene la cama.
Enredado en mítines y milagros
mis pasos se hacen pasado luchando
como rebelde y despiadado.
Sangro por ojos y las manos sin dejar de
masticar
este amargor inyectado,
...justicia y política en una,
se hacen ridículas
películas.
Con la fe por los pies,
mi sangre se cuece en un infierno
donde el demonio
de blanco reluciente viste de
Chanel,
cacheando uno por uno a sus decentes
invitados
hasta lograr presentarlos descarnados.
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