Seis perros y a la orden,
llenaron sus manos de pánico y dolor.
Perros con dueño y sin cerebro,
perros que muertos no son mejor que el
estiércol.
Por las juntas de suelo y escaleras bajo
la sangre derramada se abre paso.
Niños, docentes,
almas inocentes sacrificadas
caprichosamente.
Llora Pakistán, su tierra y su gente.
Llora un pueblo castigado por la idiotez
del fuerte,
por el arma de fuego, por el cuchillo
afilado,
por una obsoleta y sanguinaria fe.
Lloran, lo hacen por esos niños que ya
no sienten,
juegos, risas, voces… muerte.
Muerte es lo unció que entienden,
esa que con mayúsculas, les arranca de su
ser.
Ni las ratas son tan despreciables.
Moríos perros, hacerlo,
sufriendo
lo que no está escrito en ningún libro,
…despacio y, entre risas como las que
habéis robado.
-16. 12. 2014: Un anormal con menos
interés para la historia que la de cualquier mierda de perro en una acera. Decide
muy valientemente masacrar una escuela mandando a sus perros de presa… lo
siento, es que no, no puedo… creo, que con lo escrito, dicho queda lo que
siente mi cuerpo-
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