Ronco gemido
que ya, te haces noche.
Tras la puerta
y sobre una cama,
…entrelazadas
nuestras piernas.
Allí, donde la vida
se siente y concentra.
En tus décimas vivo
y
muero
si por alguna razón
no te contemplo.
¡Brava!, brava
aquella pasión
que se desborda
siendo solo.
Imaginación,
un tal vez
del sueño
sin propietario
que nos dice,
y nos grita,
y nos miente.
Sobre ese ahora
que en sus labios
se hace mazmorra,
…en aquel adiós
que maldice y llora
al que la noche
me acerca
y en ella me ahoga,
…como Dios
y como persona.
Al llegar la noche,
me siento caníbal de sombras
y mártir de un escueto silencio.
Al llegar ella, me estremezco
y creo, que hasta crezco.
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